La Arqueología es la disciplina científica que estudia los restos materiales de actividades humanas, con el fin de recuperar aspectos de su vida cotidiana.
Estudia tanto estructuras: monumentos, edificios, construcciones, como artefactos: instrumentos, herramientas, útiles, etc. Su misión es descubrirlos (en yacimientos o sitios arqueológicos), conservarlos, describirlos, interpretarlos y fecharlos.
Los restos materiales que estudia la Arqueología son: basureros, restos de alimentos, de utensilios, construcciones o restos de ellas, objetos ornamentales; en fin, todos los objetos resultantes de la actividad humana.
Un sitio puede estar: bajo tierra (en este caso, por medio de la excavación, los restos son exhumados a la superficie), al aire libre, en cuevas o abrigo, o bajo el agua. Es casi imposible encontrarlos inalterados. Mediante técnicas de prospección, los sitios pueden detectarse, señalarse en mapas de la zona, localizarse, delimitarse, etc., y mediante técnicas de excavación se investigan en detalle.
Uno de los métodos de prospección, es la fotografía aérea (ver imagen 1): se realiza cuando hay alguna irregularidad en el terreno, que puede indicar un yacimiento. También – a través de ondas sonoras – la prospección sísmica - o el sondeo en una cavidad o tumba, para ver si hay en ella restos de interés. En la prospección geoquímica, se analiza la composición química de la tierra.
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